viernes, 7 de septiembre de 2012

DISGLOSIA


La disglosia es un trastorno que impide la adecuada articulación de los fonemas por alteraciones anatómicas y/o fisiológicas de los órganos articulatorios del habla.
¿Cómo se diagnostica la disglosia?
Se debe comprobar que las estructuras orgánicas que están implicadas en el habla son competentes, observando la forma, el tamaño y la relación entre dichas estructuras y sus funciones.
Ocurre a veces que es necesario pedir opinión a un otorrinolaringólogo, a un ortodoncista o al neurólogo para que comprueben estructuras determinadas.
Se debe tener en cuenta la forma del paladar duro y la forma y funcionalidad el paladar blando, así como observar el tamaño de las amígdalas. La movilidad del velo del paladar es un aspecto importante a tener en cuenta en la exploración de los órganos del habla, ya que interviene en el soplo y en la emisión sucesiva de los diferentes fonemas.
La forma de cierre de los dientes también es otro aspecto que hay que observar, por si puede producir un mal hábito de colocación de la lengua.
Especial atención a la forma de respirar: por la nariz o por la boca; si existieran problemas para respirar por la nariz y se hiciera una compensación con respiración bucal provocaría malos hábitos de lengua y posibles infecciones.
•           La lengua debe ser flexible y ágil, poseer una adecuada posición en reposo, durante la masticación y durante la deglución, ya que si estuviera algo alterado repercutiría en el habla
•           Los labios han de tener una estructura y una movilidad adecuada para la correcta pronunciación de diferentes sonidos, aunque en ocasiones de importante alteración resultan efectivos. No obstante, hay prestar atención a algún tipo de fisura, asimetría o cicatriz, tono muscular, movilidad…
¿Cuáles son las causas de la disglosia?
Las distintas causas que están asociadas a este tipo de patología son muchas y variadas y están ubicadas en los distintos órganos que intervienen el habla. Puede deberse a:
         Malformaciones congénitas craneofaciales
         Trastornos de crecimiento
         Anomalías adquiridas como consecuencia de lesiones en la estructura orofacial o de intervenciones quirúrgicas
         Traumatismos

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